IGNACIO ESCUDERO Y VALDIVIEZO

(1820 - 1866)

 

Nació en Piura el 31 de Julio de 1820. Fue hijo de don Francisco Escudero y Carrión y doña Josefa de Valdiviezo. Realizó sus estudios en el Convictorio de San Carlos de Lima en 1837 donde dio examen de filosofía y lógica. En 1838 dio examen de Ética y Ontología. En 1839 fue aprobado en Cálculo y Matemática. Posteriormente fue a Chile y estudió leyes sin obtener el título de abogado por la muerte de su padre en 1848, motivo que obligó a don Ignacio a ponerse al frente de sus haciendas para dedicarse a la agricultura, lo que dio lugar para que más tarde el mismo se diera el calificativo de Agricultor. En 1847 fue profesor de Geografía y Matemática en el colegio "San Miguel de Piura". En 1850 se casó con su prima, doña Hermelinda de Checa y Valdiviezo, en la que no tuvo hijos. En 1858 muere su esposa y se casa con doña Micaela de Checa, hermana de la anterior, en la que tuvo 3 hijos: Gustavo, Gabriel y Miguel Ignacio. Físicamente era alto, flexible, de ojos azules, cabello oscuro, nariz larga y con voz clara.

 

Este ilustre peruano descuella con caracteres luminosos como la gran figura del fecundo orador que atraía con su elocuencia  y con los destellos de su talento, así como la honradez y clarividencias de sus principios.

 

En la Convención Nacional de 1855, desempeñó un papel importante como el más decidido adalid de las doctrinas liberales que con todo brillo sostuvo y defendió con su fácil palabra, cosechando aplausos, conquistando glorias y atrayendo voluntades. Rehusó con firmeza los honores que le ofreciera el mariscal don Ramón Castilla, estimulándolo para que continuara la vida pública. Los niños y jóvenes de hoy deben ver en Escudero todo un paradigma. Tan importante es lo que pensó e hizo, como lo que inspiró. Sin embargo hasta hace poco era casi desconocido y su gestión en la Convención Nacional de 1855 casi dejada en el olivido. Fue en esta convención donde demostró su amor a Piura, presentando proyectos para proteger la agricultura que es la base del bienestar y del poder de la Nación.

 

Sus mayores afanes fueron:

 

• Atender los intereses de las provincias, propuso dos días después de la instalación de la convención, que la comisión encargada de la nueva Constitución estuviera integrada por un representante de cada departamento y provincia litoral.

• Propuso y consiguió ayuda para Paita que sufrió efectos de un gran incendio en 1856.

• Consiguió una asignación para reparar las iglesias del departamento, que habían sido afectadas por el terremoto del 20 de agosto de 1856.

• Trabajo infatigablemente por el bien de Piura en muchos proyectos, entre ellos la Ley de Arbitrios Municipales.

• Ignacio Escudero y Valdiviezo solo alberga y cultiva los sentimientos más nobles. Fue diputado por Piura.

• En abril de 1862, fue nombrado prefecto del departamento de Piura, cuando era Presidente de la REpública, el general, Miguel San Román. Ignacio Escudero haa sido el único que al retirarse, pidió que se enjuiciara y que se investigara el monto de sus bienes. Volvió a Piura donde dio cuenta de su labor parlamentaria, se entregó por completo a las faenas agrícolas y a la educación de sus hijos. Piura se enorgullece con justicia de tener un hijo predilecto, hombre preclaro y carta cabal en cuanto a hombría de bien. Tal es el caso del insigne piurano, don Ignacio -Escudero y Valdiviezo, cuyo nombre la Nación ha otorgado a nuestro querido distrito. Aun resume sus palabras: "Yo que no creo tener por testigos a los revolucionarios ni a la Nación misma, sino al mundo y a la posteridad, pienso que ellos dirán que cumplí mi deber". El 15 de agosto de 1866 deja de existir aniquilado por el asma que siempre lo había mortificado. Sus restos fueron sepultados en el cementerio "San Teodoro" de la ciudad de Piura.